Síntesis de las apreciaciones de Miguel (nueva entrega de V. M. Bongutz)

UN PUENTE SE DERRIBÓ, OTRO SE ESTÁ CONSTRUYENDO (1960/2014). Nuevo libro de V. M. Bongutz!!!
UN PUENTE SE DERRIBÓ, OTRO SE ESTÁ CONSTRUYENDO (1960/2014). Nuevo libro de V. M. Bongutz!!!

Síntesis de las apreciaciones de Miguel. Nueva entrega del libro de V. M. Bongutz: Un puente se derribó, otro se está construyendo (1960/2014).

 

 

El exmiliciano quiso comenzar su charla desde el año 1964, para ello se auxilió de unos cuadernos en los que mantenía una serie de notas y recortes de periódicos, que tenía bien ordenados por fechas según se iban produciendo los principales sucesos entre Cuba y las otras naciones, inclusive contenía referencias de las actuaciones extracontinentales del Ejecutivo de La Habana; con esta información inició su relato: El año 1964 fue denominado por el gobierno revolucionario “Año de la Economía”, pero nada más lejos de esa frase rimbombante, ya que en realidad el ejecutivo centró su actuación en exportar su revolución marxista-leninista a los países latinoamericanos y al mismo tiempo apoyaba ciertas acciones subversivas en África y en el sudeste asiático, como muestra de ello, el Che en persona propició focos guerrilleros en el Congo y Tanzania, y posteriormente se trasladaría, en el año 65 a Bolivia.

En ese mismo año se produjo un enfrentamiento más, de aquellos que nos tenían acostumbrados los hermanos Castro con los norteamericanos, ya que con el fin de perjudicar a los Estados Unidos, el mandatario cubano anunció que abriría el puerto pesquero de Camarioca para todos aquellos exiliados que quisiesen recoger a sus familiares, además en ese mensaje añadiría que podían realizarlo sin temer a ningún tipo de represalias, fue tal la avalancha de refugiados que causó un grave contratiempo a las autoridades del Estado de Florida. En ese mismo periodo se consolidó el Partido Comunista de Cuba como el único partido reconocido por el régimen de La Habana, siendo elegido Fidel Castro como Primer Secretario.

Durante el resto de los años de la década de los 60 se realizaron varias estrategias con el fin de que salieran de la Isla todas aquellas personas que se considerasen un problema para el gobierno, con este método se calcula que se asilaron más de trescientas mil personas, pero los servicios secretos y los servicios de seguridad norteamericanos sospechaban que en ese éxodo también entraron algunos espías de los servicios de inteligencia cubanos.

De igual forma el ejecutivo cubano promovía congresos, organizaba encuentros y fundaba organizaciones donde se integraba a los pueblos del mundo en los que pudiera ejercer su influencia, además de financiar a todas estas agrupaciones, siempre conseguía que las sedes de esos organismos se radicaran en La Habana.

Al mismo tiempo que patrocinaba estos actos, en el interior de la Tierra de Martí se fomentaba la organización de los jóvenes revolucionarios con el fin de adoctrinarlos en las prácticas comunistas, y para atraer la atención hacia su doctrina de los no convencidos de las bondades del régimen, Fidel
declaró gratuitos una serie de servicios públicos, entre ellos el del trasporte.
Por su parte, los Estados Unidos, que se habían visto desbordados por la avalancha de exiliados, se vieron obligados a buscar una solución al grave problema que se le presentó el tener en su suelo a miles de refugiados cubanos, sin pasaporte, sin tarjeta de residencia y sin tener una filiación clara de sus personas para este contratiempo, el Congreso aprobó la que se conocería como “La Ley de Ajuste Cubano” en la cual se le otorgaba poder suficiente al Fiscal General para que regularizase a este flujo inmigratorio de los exiliados cubanos y les otorgase una residencia permanente en esa
nación.

En esa misma década se produjeron una serie de desembarcos en tierras venezolanas, cuyo único objetivo era auxiliar y promover las guerrillas de izquierda que se movían por esas latitudes. De igual manera, en ese espacio de tiempo se iniciaron las visitas de ida y vuelta tanto a Moscú como a
La Habana de altos dirigentes del gobierno y de jefes militares de las dos naciones. Así mismo se favoreció una serie de planes en mejoras agrícolas y ganaderas, pero todas ellas fracasaron y al poco tiempo fueron abandonadas; como consecuencia de estos fracasos se ordenó la inmediata
expropiación de las pocas propiedades agropecuarias que aún estaban siendo explotadas por colonos particulares, y con esta medida se completó la nacionalización de todas las tierras en la Isla.

Miguel hace un pequeño alto en su disertación para refrescarse la garganta pero de inmediato continúa con su charla: Ahora voy a pasar a lo ocurrido en la década de los años 70, al iniciarse esta etapa se produjo un sonado fracaso del ejecutivo, pues había pregonado a bombo y platillo la obtención de una zafra azucarera récord de todos los tiempos, afirmando que se rebasarían los diez millones de toneladas de producción, pero la realidad fue que consiguieron algo más de ocho a duras penas e inflando los números, pero eso sí, achacándole el hecho de esa disminución a los atentados de los contrarrevolucionarios, amparados por los Estados Unidos.

Esos fracasos no eran motivo para que la diplomacia cubana se cruzara de brazos, fue todo lo contrario, por lo que se inició una ofensiva diplomática con el restablecimiento de las relaciones con Chile durante el gobierno de Salvador Allende. Después de consolidar esta primera victoria del
Ministerio de Asuntos Exteriores, otras tantas naciones latinoamericanas se fueron sumando a la tesis de hermandad pregonada por el ejecutivo cubano. Con estos logros, ampliamente aumentados y luego difundidos a la ciudadanía, la doctrina comunista se fue afianzando en Cuba y con ella su
intervención en conflictos internacionales, un ejemplo fue la participación de fuerzas cubanas en la custodia de los Altos del Golán en territorio sirio, a ese mismo lugar se enviaron un centenar de médicos dentro de las denominadas brigadas humanitarias. Del mismo modo y con el cartel de
defensores de los pueblos oprimidos de la Tierra, en 1975 participaron en la Guerra de Angola, allí fueron enviados soldados cubanos y además contribuyeron con tanques y aviones. Esa guerra duró muchos años y según los cálculos realizados por expertos militares, la contribución de las fuerzas
regulares cubanas fue de más de trescientos mil efectivos.

Aún no había concluido la guerra angoleña cuando el ejecutivo cubano se embarcó en otro conflicto fuera de sus fronteras, enviando fuerzas a combatir a Etiopía para apoyar a los comunistas que peleaban en esa parte de África.

Miguel hace un alto en su relato pero le comenta a su amigo: Para no cansarte, te diré que en todos los conflictos que se desarrollaban a nivel mundial y que la URSS tuviera interés en participar soterradamente enviaba a sus perros guardianes de La Habana.

Pero las guerras concluyeron y muchos de los soldados regresaron y con ellos sus mandos militares, que al llegar a su tierra comenzaron a echar de menos la supremacía que venían disfrutando en esos lugares; por estas circunstancias comenzaron a reclamar sus privilegios, algunos les fueron
concedidos, pues en realidad sus peticiones eran más que justificadas, pero unos pocos exigían formar parte de las decisiones importantes dentro del Buró Político. Con el fin de quitárselos de encima y acallar sus protestas, el ejecutivo buscó actos y actuaciones deshonestas de estos militares y con ello pudieron declararlos culpables de infringir varios delitos contra el Estado, posteriormente con pruebas o sin ellas fueron condenados, unos a muerte y otros privados de libertad por 30 años.

En los años 80, el ejecutivo se dedicó a organizar actos y más actos para tener entretenido al pueblo y que no rondara por sus cabezas otra cuestión que no fuera sino prestar obediencia ciega a la revolución, pero los exiliados, al otro lado del Estrecho de Florida, también se organizaban y
procuraban que sus manifiestos y proyectos para el resurgimiento de una nueva Cuba llegaran hasta los oídos de los ciudadanos de la Tierra Mambisa, para ello inauguraron y pusieron en marcha en Miami la Radio y Televisión Martí, que cada día informaba de la vida, éxitos y milagros de los
miles de exiliados, no solo de Florida sino del resto de los Estados Unidos y de otros países.

Por ese y otros motivos, Castro reinició un proceso tendente a corregir errores y a negociar ciertas concesiones en el sector turístico. Además las cuestiones en el interior de Cuba se estaban poniendo cada vez más difíciles, pues las transformaciones en la Unión Soviética se estaban
produciendo a marcha acelerada y un año más tarde la Nueva Rusia sometió a revisión las relaciones con Cuba, esto significaba que esta nación recibiría el mismo trato, tanto comercial como diplomático, al igual que con los otros países con los que mantenía relaciones, y su vinculación militar finalizaba desde esos momentos, y por tanto los militares rusos que se encontraban estacionados en la Isla irían retornando a sus bases en territorio ruso.

Las condiciones de vida para los habitantes de la Tierra de Martí se endurecieron y se incrementaron las huidas de ciudadanos que no resistían la presión a que los tenía sometidos el régimen cubano. Durante estos abandonos se produjeron algunos centenares de muertos y las críticas arreciaron contra el gobierno de Cuba, por lo que Fidel ordenó que no se pusiera impedimento al que quisiera abandonar la Isla y cada uno con lo que tuviera a su alcance, dejando a su suerte a los miles de refugiados que querían abandonar las costas mambisas y ganar la otra orilla del Estrecho de Florida.

Pero la astucia de Castro se volvió a comprobar en la primera década del Siglo XXI cuando se acercó al nuevo mandatario venezolano. El nuevo presidente bolivariano compartía los mismos ideales socialistas, o más bien el comunismo caribeño, esa fue su tabla de salvación, ya que Venezuela es un país rico en recursos naturales, de lo que se aprovechó el ejecutivo habanero al conseguir un primer intercambio, en forma de trueque, de los barriles de petróleo que necesitaba la Isla por “enseñantes” con la misión de realizar un adoctrinando de la juventud venezolana y que de esa manera se fuera consolidado ese régimen castrista en la Tierra de Bolívar.

Algunos hechos más se produjeron en ese sentido, ya que la influencia del ejecutivo de Caracas era grande en el entorno latinoamericano, lo que unido a la penetración del castrismo en el entorno campesino de naciones de Centro y Sudamérica consiguió apoyos de otros ejecutivos latinoamericanos para plantear una serie de reivindicaciones en foros internacionales, a ello se unía la moda reciente de la “alianza para el progreso”, con esta estrategia fueron afianzando una campaña contra el Mal que venía del Norte.

Con esta última parte, concluyó Miguel su exposición.

Al día siguiente Jin debía abandonar Barcelona, pues ya había concluido sus asuntos allí, pero antes de marcharse le prometió a su amigo que pronto lo visitaría para charlar sobre los nuevos acontecimientos que se avecinaban iban a suceder.

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