Redención, libro de Gonzalo Cammarota
Redención es la última novela del excelente comunicador uruguayo Gonzalo Cammarota. La trama del libro es atractiva y vale la pena su lectura, aunque la calidad del relato no la ubicamos en el nivel más alto.
Redención, de Gonzalo Cammarota, es una novela atractiva para el lector. La narración se centra en la investigación de dos agentes de la policía uruguaya sobre el asesinato de un funcionario militar recién llegado del Congo, quien realizaba trabajos de inteligencia para los Cascos Azules de la ONU.
La trama es muy interesante y por supuesto que recomendamos la lectura. Quizá hubiéramos preferido un relato más ágil. Por momentos nos provocó la sensación de ir en carreta en la medida que se desarrollaba la narración. Sin ánimos de ser injustos, en nuestra lectura nos pareció que al libro le sobraron 100 páginas, donde el relato se alejaba de la trama casi sin sentido, estirándolo innecesariamente, salvo que haya un pedido expreso del editor.
La historia vale la pena de seguir, los dos policías generan identificación en quien la lee. Para el libro los dos agentes son los mejores en el Departamento de Homicidios. Allí aparece una gran contradicción, ya que ambos en el relato van a destiempo de las pistas y no priorizan aquellas que el caso realmente demanda. El autor fue estirando la investigación de las pistas en un sentido que cuesta creer se aplique en la realidad.
Por otra parte Gonzalo Cammarota parece que abunda en analogías un tanto toscas, como pretendiendo esbozar alguna rebeldía juvenil que permanece en el narrador (esas cosas que decían nuestros abuelos de hacerse el chistoso de más), como en una gran sobreactuación.
Sin embargo la pluma de Cammarota tiene pasajes muy interesantes en su libro Redención. Hay lapsos en el relato donde el autor logra su techo de narración y deleita al lector, no a partir de un vocabulario rico, sino desde el sonido de las palabras.
También nos dejó la sensación que podría haber desarrollado o explicado aspectos secundarios pero vitales en el relato. En el cierre aparecieron de la nada dos agentes paskitaníes que operaban en nuestro país al amparo de un militar y no de las Fuerzas Armadas (ni en el caso Berríos sucedió algo así) o los intereses de una empresa inglesa en África. En un relato donde se estiran aspectos irrelevantes, se podría haber desarrollado más esos puntos que hacen a la historia.
Finalmente el cierre de la obra fue lo que menos nos gustó. La última carilla fue como traída de los pelos, intentando de caer en la lógica suprema para muchos escritores de no exponer finales felices, como si estuvieran prohibidos. Esa última carilla no condice con el título del libro. ¿O acaso el protagonista del relato no tiene derecho a la redención?
Más allá de la crítica, Redención es una novela recomendable, que seguramente atrape a quien comience a leerla.