Capítulo 48 de Pudo ser un Undercover: Novela por Entregas

Pudo ser un Undercover: capítulo 1
Pudo ser un Undercover

Tras leer 47 capítulos es momento de compartir el Capítulo 48 de Pudo ser un Undercover, del escritor V. M. Bongutz. Acontecimientos después de Playa Girón.

 

 

48

 

Acontecimientos después de Playa Girón

 

Jin llegó a Barcelona con muchas incógnitas y pensamientos encontrados, después de que hubo vivido todos los acontecimientos en este último viaje, por lo que quiso compartirlos con su amigo Miguel para que conjuntamente reflexionaran sobre los mismos y sacaran una serie de conclusiones que aún no tenía muy claras, especialmente después de su charla con el agente Jaime en Costa Rica, por lo que le telefoneó y en su charla telefónica le adelantó algo de lo que le preocupaba.

El miliciano le manifestó:

Me parece bien y añadió -Creo que sería interesante quedar también con Álvaro, el periodista, que tiene noticias recientes de los últimos acontecimientos acaecidos después de producirse el desastre de Bahía de Cochinos. Además tengo noticias nuevas, por una carta que me han enviado mis primos a través de un tripulante del otro buque de la compañía.

Jin le dio su conformidad y le propuso que él avisara a Álvaro, y quedaron de verse por la tarde de ese mismo día en las inmediaciones del Monumento a Colón para luego dirigirse a la Plaza de Cataluña con la finalidad de reunirse con el periodista.

Una vez se encontraron los tres amigos, nuestro protagonista fue el primero que habló, comenzó relatándoles las últimas novedades que traía desde La Habana, pues a pesar de que habían pasado algunos meses de los sucesos de Girón, pero la mayoría de las novedades se referían a la actitud del régimen castrista después de ese hecho, por otro lado, los milicianos ya no escondían en proclamar su doctrina comunista, aunque muchos de los rebeldes no sa-bían lo que significaba, especialmente los pertenecientes a la tropa. En la primera que centró el punto de mira el gobierno fue la enseñanza, sobre todo aquella donde participaban profesores católicos, fueran estos religiosos o seglares, la cual abolieron de un solo plumazo, a los enseñantes les prohibieron enseñar algún tipo de religión, si la orden no era cumplida, les obligaban a abandonar sus clases y los apartaban de la enseñanza, si estos pertenecían al clero simplemente los invitaban a abandonar el país, aunque estos fueran cubanos, el terror se iba implantando a pasos agigantados, la gente tenía miedo de hablar, inclusive entre los mismos familiares y los comentarios que hacían los amigos de los tripulantes siempre eran los mismos de que se sentían vigilados y la desconfianza se había implantado en el ámbito familiar.

Ahora fue Álvaro quien tomó la palabra para comentar los hechos que le había expuesto un compatriota suyo que hacía un par de días estuvo charlando con él, ya que recientemente ha-bía salido de Cuba, le contó una serie de nuevas medidas que había tomado el gobierno, pocas fechas antes de producirse el desembarco en Playa Girón.

Continuó el periodista relatando los comentarios de este viajero:

La administración creó, a principios de abril, una agrupación denominada “Unión de Pioneros Rebeldes”, era un medio encubierto para adoctrinar a los niños y jóvenes cubanos, su principal tapadera era la organización de la práctica deportiva entre la juventud, así mismo se extendía al conocimiento cultural y a las actividades recreativas, pero en el fondo de todo este entramado estaba el lavado de cerebro, a semejanza de los establecidos en la Alemania nazi y en la Unión Soviética, de esa manera y de forma encubierta atraían a los adolescentes, burlando la patria potestad de sus tutores naturales. Con esta institución de corte comunista estaban consiguiendo que esos niños acusaran a sus propios padres, si hablaban mal o realizaban algunas críticas al régimen rebelde.

Prosiguió nuestro periodista:

Mi amigo derivó su charla a cuestiones castrenses, y me refirió de que el Ministro de las Fuerzas Armadas decretó la división de la Isla en tres cuerpos de ejército, esta decisión se tomó dos semanas antes de la invasión, particularmente creo de que existían dos razones fundamentales para poner en práctica esta medida, la primera era que su sistema de espionaje estaba funcionando en Miami y en otros puntos del Continente Americano y tenían conocimiento del inminente desembarco en la isla de fuerzas anticastristas y también sabían que si la invasión se consolidaba y se establecería un gobierno provisional, si la invasión se consolidaba después de 72 horas, si este hecho se producía, podían solicitar la ayuda de otras naciones del continente. Esta información era obra de sus servicios secretos, que añadieron esa posibilidad existía. La segunda cuestión era de carácter interno, puesto que los máximos dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias querían compartimentar al ejército por regiones militares y por ello lo dividieron en “Cuerpo de Ejército de Occidente”, “Cuerpo de Ejército de Centro” y “Cuerpo de Ejército de Oriente”. Así mismo se recogió en ese decreto que todos los mandos de las tres zonas militares debían reportar directamente a la Jefatura Central del Ministerio, con ello conseguían aislar a los diferentes mandos de cada uno de los cuerpos, por lo que evitarían la comunicación entre ellos y la posibilidad de que pudieran perpetrar un posible golpe de estado, pues conocían por medio del “Servicio de Inteligencia Militar”, que existía algún descontento entre un número indeterminado de altos miembros de las fuerzas armadas. Por otra parte el servicio de espionaje exterior cubano había detectado cierto movimiento y comunicación entre los opositores cubanos del exilio, agentes de inteligencia norteamericanos y algunos militares revolucionarios no determinados.

Continuó Álvaro con su crónica:

El día siete de abril, ya no era un secreto para nadie la próxima invasión de la isla, pues en el periódico New York Time apareció la noticia, la cual hacía referencia a que un grupo de cubanos se estaba entrenando para invadir Cuba el día 18 de ese mes. Por esa época, en el interior de Cuba, aumentaron los atentados y sabotajes, pero el más impactante fue el de los almacenes “El Encanto”, tienda de modas y la preferida por la elite criolla. De igual manera comenzaron a producirse detenciones masivas de todos aquellos que consideraran sospechosos, convirtiendo la Isla en una gran prisión. Las represalias y las acusaciones se pusieron en marcha y los fusilamientos se producían por cualquier motivo sin mediar un juicio previo, inclusive se dio el caso de ajusticiamientos en plena calle. Una vez concluido el desembarco y las fuerzas que componían la “Brigada 2506” fueron rendidas. El régimen endureció sus actuaciones desde esos momentos, y en un discurso del máximo dirigente proclamó el comunismo en Nuestra Tierra, aunque de hecho ya se había establecido desde hacía más de dos años, aunque de manera encubierta. Castro dirigió una alocución al pueblo, donde declaró que todas las escuelas privadas del país y sin ninguna excepción pasarían a depender del estado, otro renglón expuesto en ese discurso fue el anuncio de que no habrían elecciones, pues según los criterios revolucionarios esto conllevaba a corruptelas, como las que habían sufridos en etapas anteriores.

Siguió el tertuliano redactor exponiendo las noticias que le transmitió su informante:

Las bravuconerías del régimen fueron en aumento y ya no se escondían de emitir por antena, especialmente por la oficialista “Radio Habana Cuba”, la cual, además de las programaciones favorables al régimen, se dedicaba a difundir consignas revolucionarias a los guerrillas y grupos armados de inspiración comunistas que se encontraban en países de Centro América y del Caribe, así mismo servía para trasladar las claves a esos grupos, con ellas les comunicaban por donde serían desembarcadas o entregadas las armas y pertrechos militares, lo mismo realizaban con la propaganda subversiva escrita que les enviaban.

A sus embajadas y sedes diplomáticas se destinaban una serie de elementos, con los más diversos cargos, que no tenían nada que ver con la misión de representar al país, más bien eran agentes subversivos, que de manera encubierta se iban situando en esas naciones donde ya estaban operando sujetos revolucionarios.

Otras de las prácticas habituales consistía en le represión brutal de los encarcelados, pero esta solo se ejercía sobre los presos políticos, tanto a mujeres como a hombres, también por esta época ya se había establecido las torturas físicas y psíquicas para todos aquellos detenidos que no se advinieran a claudicar de sus planteamientos anticomunistas, y no quisieran abrazar la doctrina revolucionaria como propia. Desde los inicios de la imposición de la “Reforma Agraria” muchos fueron los colectivos que se opusieron al contenido de la misma, entre ellos los productores de tabaco, también los ganaderos y otra serie de campesinos que estaban agrupados en asociaciones gremiales y por lo tanto defendían sus derechos. Para contrarrestar a estas organizaciones, el gobierno creó la “Asociación Nacional de Pequeños Agricultores” con el fin de que les hiciesen su juego y apoyaran sus planteamientos, para ello les repartió una serie de trozos de terreno para que los explotaran, al principio todo marchaba con normalidad y la medida comenzaba a dar sus frutos, estos pequeños agricultores se consideraban dueños de esos terrenos, que les habían asignado, inclusive podían vender sus cosechas, pero una vez que se consolidó el plan del gobierno los obligaron a entregar todas sus producciones a las cooperativas de consumo, quienes les liquidaban sus cosechas a los precios que ellos creían conveniente lo que empobreció a este colectivo y lo llevó a la miseria.

Los milicianos seguían empeñados en ejercer un mayor control y conseguir ampliar su poder sobre las economías de las familias, para ello el gobierno realizó una nueva emisión de moneda, dejando sin valor las que se mantenían de curso legal hasta el momento, en esa orden se permitió a cada ciudadano que podía cambiar 200 pesos por los nuevos billetes. Para la puesta en marcha de este programa cambiario, se promulgó la Ley nº. 963 de 4 de agosto de 1961 en ella se estableció la obligatoriedad del canje de los billetes viejos por los de la nueva emisión, como justificación argumentaban: “Es inaplazable eliminar la inseguridad y el riesgo resultantes del hecho de que los billetes cubanos actualmente en circulación vengan imprimiéndose en empresas extranjeras que están fuera del control efectivo del Gobierno Revolucionario”. Con esta ley se vieron perjudicada casi en su totalidad los habitantes de Cuba, con esa disposición se menoscababan los intereses de todos, sin excepción y el gobierno se aseguraba controlar las divisas extranjeras, especialmente los dólares. Además con esta medida tan arbitraria, solo reconocían un capital máximo en el banco de hasta 10.000 pesos, el que poseyera una cantidad mayor debía justificarla, a los depositantes solo se les permitía disponer de 100 pesos al mes, el que osara contravenir esta ley podría ser detenido y pasar en prisión desde unos meses hasta cinco años. Así mismo para que la ley se cumpliese en toda su amplitud se encomendó la labor de vigilancia a los “Comités de Defensa de la Revolución” y a las “Milicias Socialistas”.

El periodista continuó la charla y pasó a comentar otros asuntos:

La persecución contra la Iglesia Católica no cesaba, en septiembre se produjo la expulsión de Monseñor Boza Masvidal, este insigne cubano fue obispo de La Habana y rector de la Universidad de Santo Tomás de Villanueva, a pesar de su alto cargo y su amplia labor para con los desamparados fue echado de muy mala manera por el régimen, con él sufrieron la misma suerte otros 131 sacerdotes de varias nacionalidades pero el caso fue que 33 de ellos eran cubanos. Por esas fechas, ya se había desatado una persecución feroz contra todo lo eclesial y fueron obligados a abandonar la Isla casi un millar de estos religiosos y solo quedaron unos 200 sacerdotes en todo el territorio cubano. Después de que pasaron unos días de estos acontecimientos, Fidel Castro dirigió un comunicado a la ciudadanía por radio y televisión donde les anunciaba que se prohibía todos los actos y manifestaciones religiosos, especialmente las procesiones o todas aquellas ceremonias que se tuvieran que celebrar en la calle y no estuvieran previamente autorizadas.

Ahora fue Miguel el que tomó la palabra y comenzó su explicación, refiriéndose a la organización de las guerrillas contrarrevolucionarias:

A pesar del control que se ejercía sobre la población, muchos cubanos se organizaron en guerrillas, no solo porque conocían que aún quedaban brigadistas diseminados por la provincia de Oriente y los integrantes de las Guerrillas Campesinas continuaban su lucha en Escambray, además se sabía que otros grupos estaban situados en los llanos de Las Villas, así mismo la lucha se extendió hacia occidente por Pinar del Rio, pero estas luchas, por mucho valor y anegación que se estuviera poniendo en ellas, Pero la batalla que se estaba librando, era desigual, mientras las fuerzas del ejército miliciano tenían buenos equipamientos militares y no les faltaban los suministros y pertrechos de guerra, no así a los contrarrevolucionarios que carecían de un suministro regular de municiones y armas, en cuanto a la comida estaban más o menos abastecidos por los propios campesinos, ya que muchos de los componentes de estos grupos anticastristas mantenían lazos familiares con los habitantes de esas zonas.

Nuestro miliciano continuó narrando las noticias que le habían llegado a través de la carta de su primo José:

Me comentó mi primo que el comandante Ramírez, con quién estuve combatiendo en Sierra Maestra en el 58, se había alzado con parte de su tropa, además se le unió un grupo de campesinos descontentos por la cantidad de engaños y de promesas incumplidas de los dirigentes con la Reforma Agraria.

También me refirió que las Fuerzas Armadas Revolucionarias estaban recibiendo material bélico procedente de la Unión Soviética y de otros países satélites, no solo armamento ligero y equipos de comunicaciones, sino también armamento pesado y carros de combate blindados. Otra cuestión que resaltó José en su carta fue el hecho de que varias veces al día aviones supersónicos Mig-15 realizaban vuelos sobre la ciudad, estos vuelos partían de la base de San Antonio de los Baños, donde se realizaban el montaje de otros aparatos, estos ensamblajes los efectuaban técnicos rusos y alemanes orientales y el entrenamiento de los pilotos cubanos corría a cargo de profesores rusos. Como dato curioso, los vuelos se ejecutaban sobre la ciudad y rompían la barrera del sonido, lo que atemorizaba a la ciudadanía.

Jin intervino en ese momento para decirle a Miguel y al otro tertuliano que en viajes anteriores, en los muelles y en la bahía habanera, se encontraban una cantidad de buques rusos, polacos y alemanes orientales, como nunca los había visto con anterioridad. Por esas mismas fechas, también pudo observarse, en los cielos de La Habana, helicópteros de combate de fabricación soviética patrullando en diversa horas del día.

De nuevo tomó la palabra el miliciano:

Otro suceso que le contó su primo, en esa larga misiva, fue la liberación del joven Bandín, miembro de la resistencia anticastrista, a  quién mantenían preso en las dependencias de la G2 en La Habana. El organizador de tal hazaña fue un joven patriota conocido por Chelo, el plan lo prepararon unos pocos en el más absoluto secreto, por cierto, uno de ellos fue mi primo Frank, quién se encargó de conseguir los uniformes militares que se requerían para llevar adelante tan arriesgado objetivo. El mismo consistió en aparentar ser militares, dotarse de las correspondientes acreditaciones, falsificar unos documentos que contuvieran órdenes precisas para el traslado del prisionero a unas dependencias militares, llegó el día y con toda la documentación se presentaron en el departamento de los servicios secretos cubanos de la ciudad para reclamar el traslado y custodia del detenido, con esa estrategia la operación resulto ser todo un éxito y el detenido fue liberado.

En ese instante, Jin le preguntó:

¿Quién era ese patriota, qué se hace llamar Chelo?

Se trata de un afiliado al Movimiento de Recuperación Revolucionaria, al igual que mis parientes, se integró desde el año 1960 en este movimiento, como consecuencia de la deriva marxista-leninista de los nuevos mandatarios cubanos, que precisamente no eran los postulados del Manifiesto de Sierra Maestra. Por esas fechas se incorporó a la lucha para combatir lo que él denominaba la tiranía comunista. Varias fueron las acciones que protagonizo este valiente y audaz combatiente por la libertad de su patria, entre otras muchas podemos referir la liberación de este preso político que les acabo de narrar, también organizó la eliminación de un alto dirigente del grupo de los barbudos, que lo tenían catalogado como uno de los responsables de lo que estaba sucediendo en Cuba. El plan consistió, primero debían conseguir un bazuca, después prepararían todo un entramado para acercarse lo más posible al tirano y luego realizarían el disparo que pondría fin a la pesadilla por la que estaban pasando los cubanos, cuando todo estaba preparado sucedió lo inesperado, el encargado de utilizar el arma, en el momento preciso se asustó y no efectuó el disparo, lo que enfureció a Chelo y estuvo a punto de darle un tiro a semejante cobarde, lo impidieron los demás compañeros, pues ello suponía delatar su presencia y poner al descubierto la confabulación.

Otra operación que perpetró, este arriesgado combatiente, le resulto funesta para su persona. La acción estribaba en eliminar a uno de los más influyentes comunistas, el camarada Carlos Rafael, quien era responsable del aparato de adoctrinamiento del régimen, el plan que fraguó, consistía en mantener un coche en la calzada, fingiendo una avería en la vía por donde debía pasar el automóvil del mandatario comunista, cuando este se encontrara a su altura le arrojaría una granada, pero la suerte ese día no le acompañó, pues en el momento de manipular el explosivo le estallo en las manos hiriéndolo gravemente, los guardaespaldas del jerarca del régimen pidieron una ambulancia, pues consideraban importante mejorar sus heridas para posteriormente interrogarlo, pero cuando iban camino del hospital, el miliciano que lo custodiaba recibió órdenes superiores de ajusticiarlo, por lo que le descerrajo un tiro sin mayor demora y sin dar tiempo de llegar al centro sanitario para que fuera auxiliado, en una palabra ingreso cadáver. Esta es la historia de este contrarrevolucionario Juan Martori con nombre de guerra Chelo.

Prosiguió Miguel relatando las noticias que había recibido de sus primos de La Habana:

Después de este incidente el régimen se hizo más duro y exigente, por lo que desplegó a una serie de agentes secretos y chivatos por toda la República. Los más vigilados eran los católicos y principalmente los integrantes de las asociaciones cristianas, entre ellas: la Orden de los Caballeros de Colón, Damas Isabelinas, Federación de la Juventud Católica Cubana, Agrupación Católica Universitaria y otras muchas más, todos sus miembros fueron perseguidos, por el mero hecho de profesar esa religión a quienes tachaban de enemigos del pueblo, además impartieron órdenes para que se pusiera en marcha una serie de acciones para que se iniciara la persecución y caza de los miembros de esas asociaciones, precisamente en esos días ocurrió un suceso que conmocionó a la ciudadanía de la capital, ya que se produjo el asesinato de un joven católico a la salida de la Iglesia de la Caridad, al cual un miliciano le disparo un tiro dejándolo muerto en el acto.

Otra de los capítulos que José me comentó en su larga misiva, además de que la situación cada día se hacía insostenible, de manera especial en la capital. Pero la resistencia en Miami no tenía conocimiento de lo que estaba pasando en Cuba, por ello les enviaron órdenes para que se reagruparan y se organizaran en comandos urbanos, así mismo a las fuerzas contrarrevolucionarias que operaban en las diferentes sierras y montañas, les ordenaron  que se reestructuraran, porque pronto recibirán refuerzos, pertrechos militares y avituallamientos. La resistencia cubana en los Estados Unidos estaba esperanzada, pues se había puesto en marcha la operación Mangosta, con ella se pretendía entrenar a grupos de cubanos en técnicas de guerrillas, a otros se les prepararía en grupos de comandos especializados en ataques sorpresa y sabotajes. Otro capítulo que se englobaba en esta operación era adiestrar a agentes de inteligencia militar e infiltrarlos en Cuba. Su misión consistiría en recopilar datos del movimiento de las tropas regulares y de las milicias campesinas con la finalidad de elegir aquellas zonas donde fuera menor la vigilancia y por esos lugares realizarían la penetración los comandos, al mismo tiempo informarían los lugares más factibles para perpetrar atentados y de esa manera dispersarían las fuerzas del ejército, otros de los propósitos de estos infiltrados sería la evaluación del armamento que poseían las fuerzas armadas. Mi primo me manifestó que el coordinador de su grupo desconfiaba de estos planes, pues en más de una ocasión les habían prometido el envío de suministros para que continuaran con la lucha armada en los campos y en las sierras, pero nunca llegaron a su destino, porque en la mayoría de los casos caían en manos de las milicias rurales que pareciera las estaban esperando. Por lo que no creía mucho en estos proyectos que les estaban anunciando, pero lo que percibían los ciudadanos era que el nuevo régimen se hacía cada día más fuerte, además el miedo y el terror se estaban adueñando de los patriotas cubanos.

En su carta me narró otro episodio que tuvo lugar en la Embajada del Ecuador, el incidente fue consecuencia de la desesperación de un grupo anticastrista que tenían la sospecha que de un momento a otro los iban a detener la Seguridad del Estado G2 y para ellos eso significaba la muerte o pasarse 30 años presos en las peores condiciones que puede soportar un ser humano, ante tal perspectiva decidieron adueñarse de un camión, lo precipitaron contra la valla de la embajada, rompieron la misma y una vez en el patio de la misión diplomática, corrieron hasta sus dependencias para pedir asilo político. La primera parte del plan les salió bien, pero cuando se encontraban en plena carrera para alcanzar las oficinas, los milicianos que custodiaban la sede, abrieron fuego con sus metralletas, ocasionando la muerte a tres de los huidos, sin respetar que estos cubanos se encontraban, en teoría, en territorio de la sede diplomática y por tanto se consideraba suelo ecuatoriano, pero para el régimen comunista estos cuestiones constituían minucias y no tenían la mayor importancia, solo les interesaba que se supiera como las gastaban ellos.

Ahora les voy a relatar la parte de la carta en la que me escribe Frank, mi otro primo.

En la carta me narra la experiencia que supuso su viaje de fin de semana a Oriente para visitar a la familia de su madre, ya que estaban cercanas las fechas navideñas y quería llevarles algunas de las cosas que Miguel les había enviado desde Barcelona, durante su estancia sus familiares le pusieron al corriente de lo que estaba pasando por esas tierras. Los sabotajes se producían por toda la provincia, al igual que en el resto de la isla, así mismo se habían producido algunos ataques de comandos venidos del exterior, a pesar que la presencia de patrulleras por toda la costa era continua. Las Guerrillas Campesinas se reorganizaron y estaban presentando batalla pero les faltaba material bélico, en cuanto a la alimentación no se podían quejar, ya que las familias de los agricultores los mantenían abastecidos. Esta lucha se mantuvo activa por algunos meses hasta que el ejército regular intervino, ya que las Milicias Rurales no podían con los contrarrevolucionarios, tan pronto entró en combate los batallones especializados en guerras de guerrillas, bien pertrechados y apoyados por la aviación, los combatientes anticastristas se vieron diezmados, por otra parte el cerco se iba cerrando y los familiares que se encontraban en los pueblos y caseríos no podían suministrarles alimentos. Algunos fueron capturados siendo encarcelados inmediatamente, pero sus familiares y amigos desconocían su paradero, por lo que aumentaba la angustia y el pesar sobre muchas familias cubanas, otros fueron ejecutados en el mismo lugar de la detención, sin juicio y sin pruebas que los pudieran condenar, otros aunque muy pocos consiguieron burlar el cerco y escaparon a través de los montes, primero se refugiaron con campesinos amigos en sus bohíos para más adelante aventurarse a escapar, empleando los más arriesgados procedimientos que les obligaba la desesperación a que se encontraban sometidos.

Frank continuaba contando otras cuestiones en su misiva:

Un caso que llamó poderosamente la atención de la ciudadanía y se estaba refiriendo al suceso que circuló en periódicos y panfletos por toda Cuba, este fue el caso denominado “Los Chinos Ametrallados de Barlovento”. La historia comenzó cuando un grupo de residentes chinos, después de que les habían confiscado todas sus propiedades y pertenencias, al mismo tiempo se sintieron desamparados al pertenecer a la china nacionalista, con la que Cuba no mantenía relaciones, estos ciudadanos se encontraban en la isla desde hacía dos generaciones y por lo tanto no mantenían, ni siquiera vinculación con esa nación, por otra parte la otra China, la comunista, para ellos era como si no existiese, además la gran mayoría de ellos había nacido en esta tierra y por tanto eran tan cubanos como los demás, ante tanta aflicción y penuria abordaron un yate, con la intención de huir del país, este barco estaba fondeado en las inmediaciones del poblado Jaimanitas, por lo que comenzaron a navegar por el canal que les conduciría a mar abierto, pero cuando se encontraban, prácticamente en la bocana de la salida del rio Jaimanitas,  ya tenían a la vista el faro, que les indicaba la presencia de cayos, por la parte occidental de la desembocadura, en esos momentos los detectó una patrullera de la marina rebelde, desde esta embarcación les dieron el alto, al ignorar dicha indicación abrieron fuego, ametrallando y barriendo a todos los que se encontraban en cubierta, en esa huida se encontraban a bordo, entre mujeres, hombres y niños más de treinta ciudadanos, con esta actuación de la marina revolucionaria perdieron la vida casi la mitad de las personas que pretendían escapar de la tiranía comunista, entre los que perecieron se encontraban varios adolescentes.

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